domingo, 12 de abril de 2015

EN QUE NOS AYUDA LA TECNOLOGIA

La tecnología en la actualidad es importante porque todas las empresas y personas tenemos la necesidad y el deseo de almacenar información y conocer cada día más acerca de las tendencias tecnológicas que pueden ir surgiendo con el transcurso del tiempo. Creo que la necesidad de almacenamiento y conocimiento es algo que siempre lo hemos venido haciendo porque antes para guardar información debíamos tener aquellos grandes archivos con mucho papel y que ahora esto se ha reducido gracias a la tecnología. También la información que estas redes o que la tecnología nos ofrece puede ser un arma de doble filo: puede ser positiva o negativa. De aquí la necesidad de no volvernos tan dependientes de la tecnología habremos personas que todo el día tenemos que estar pegados a una computadora para saber lo que pasa en el mundo y no dedicamos tiempo a otras cosas como: leer libros o periódicos o ir adquiriendo conocimiento. La tecnología es buena porque acorta distancia y nos ayuda en muchas cosas de nuestra vida como a la hora de querer viajar algún lugar no necesitamos visitar el lugar en el momento podemos conocerlo desde una computadora hasta para hacer una reservación se puede hacer por vía Internet.






Comunicaciones celulares.

Los avances en la tecnología celular han mejorado y redefinido la forma en que mantenemos en contacto con los demás. Ahora podemos contactar a familiares y amigos con el toque de un botón desde cualquier parte del mundo. Este no era el caso hace muchos años antes de que la tecnología celular apareciera. Ahora, debido a las muchas torres de celulares estratégicamente colocadas, se puede realizar una llamada a compartir un pensamiento instantáneo o hacer una pregunta rápida mientras se viaja en coche o se camina al trabajo.



Computadoras.

El desarrollo de varios tipos de computadoras ha causado el mayor impacto en la comunicación. Cajeros automáticos, lectores de comestibles e incluso los sistemas de cartografía mundial para vehículos, todos operan con sistemas basados ​​en computadoras. Los ordenadores personales permiten acceder al correo electrónico, mensajería instantánea, programas de procesamiento de textos y páginas web informativas, todo lo cual hace que sea más fácil crear y transferir información. Además, las empresas de telefonía basadas ​​en la web como Skype nos permiten ver y hablar con otros a través de una pantalla de computadora siempre que queramos, desde cualquier lugar del mundo.





Negocios.

Las empresas confían en la tecnología para las comunicaciones diarias y, sin ella, la mayoría probablemente experimentaría dificultades para conectarse con los empleados y clientes. Debido a la nueva tecnología, las reuniones de negocios pueden realizarse a través de "webinars" en vivo usando programas especiales de software, permitiendo a los empleados recibir información actualizada desde la comodidad de sus hogares. Preparar correspondencia sobre los asuntos de la oficina o crear folletos de ventas para los clientes es más fácil gracias a avanzados programas de procesamiento de texto como Microsoft Word. De nuevos sistemas de teléfono con capacidades de conferencia a proyectores electrónicos para mostrar tablas y gráficos, las empresas dependen en gran medida de la tecnología para comunicarse con eficacia.




Relaciones internacionales.


La tecnología ha mejorado la comunicación internacional en muchos aspectos. Podemos ver la programación de televisión de otros países como Asia y Europa, y recibir actualizaciones de noticias mundiales en tiempo real gracias a los satélites. Internet nos permite publicar imágenes y contenido para compartir con familiares y amigos en otros países a través de sitios como MySpace y Facebook. Incluso un viaje internacional es más fácil debido a los sitios especializados en Internet que te permiten reservar boletos de avión y hacer reservas de hotel para las vacaciones internacionales.





Digitalización.

La enorme cantidad de elementos para los cuales hoy usamos la digitalización en lugar de objetos físicos: música, libros, películas, agendas telefónicas, fotos, cartas, mapas, enciclopedias y mucho más. Y aunque las versiones físicas de estos elementos siguen existiendo, en la actualidad preferimos las digitales.

Esto se traduce en menos recursos utilizados para fabricar objetos y menos energía aplicada en confeccionarlos y transportarlos. Cuando usamos nuestra computadora o teléfono inteligente para escuchar música, evitamos la fabricación de CDs, con sus cajas y etiquetas. Cuando leemos un libro electrónico, evitamos el uso de pulpa para fabricar el papel y ahorramos la energía que se utiliza para imprimir libros convencionales y enviarlos.


Si toda nuestra biblioteca musical está contenida en un iPod o en un teléfono inteligente o cuando una cantidad ilimitada de conocimiento se encuentra en una simple búsqueda de Google, nuestras huellas ambientales son mucho menores que las que dejaríamos si hubiésemos consumido la misma cantidad de música en forma física o si hubiéramos comprado la misma cantidad de libros impresos.




Unificación.

La tecnología nos permite contar con un único dispositivo que sirve para muchas cosas: los móviles hoy son teléfonos, reproductores de música, agendas personales, dispositivos GPS, cámaras, relojes, alarmas y mucho más. Las tabletas también hacen todo eso y además de permitir acceder a casi cualquier tipo de medio de comunicación, sirven como libros electrónicos, reproductores de DVD y consolas de videojuegos.

Para algunos, las tabletas incluso reemplazan a las computadoras del hogar. Estos dispositivos reemplazan la necesidad de varios objetos individuales, y cuanto más se utilizan sus aplicaciones en lugar de comprar otros aparatos, menor es la huella ambiental.




Revender/Reutilizar.

Comprar objetos de segunda mano y revender los nuestros cuando ya no los necesitamos es una de las mejores formas porque ayuda a disminuir el consumo de recursos y energía en la fabricación de elementos nuevos.


Siempre existió la posibilidad de acudir a las tiendas que la tecnología ha abierto un mercado global: sitios como Ebay y Craigslist (o Mercado Libre en Latinoamérica) conectan a vendedores y compradores de una manera nunca antes vista. Sea lo que fuere lo que están buscando, existe una forma sencilla de acceder a la Internet y encontrar una versión usada, desde sillones y ropa hasta iPads.

Los sitios de reciclado de productos electrónicos ayudan a extender la vida útil de nuestros dispositivos, ya sea comprándolos, reacondicionándolos o revendiéndolos: NextWorth, Gazelle y TechForward brindan maneras sencillas de ahorrar recursos y energía al mantener en funcionamiento y lejos de los basureros nuestros dispositivos, a la vez que se reduce la demanda de artefactos nuevos.



Consumo colaborativo.

La tecnología también ha ayudado a expandir a gran escala es la interacción comunitaria y el consumo colaborativo. Una cosa es conocer a nuestros vecinos y compartir ocasionalmente elementos con ellos, pero otra muy diferente es contactarse con otros habitantes de la ciudad o incluso del mundo para compartir.


Servicios como ZipCar (o Carrot en México), en donde los usuarios pueden prestar sus autos en la ciudad por unas cuantas horas o por el día completo, permiten que muchas personas compartan una cantidad reducida de autos en lugar de usar cada uno el suyo. Netflix (que recientemente desembarcó en la región) también permite que los usuarios consuman DVDs de esta forma y por medio de Borrow Lenses los fotógrafos y cineastas puedan rentar cámaras y equipos de audio y video para sus proyectos, en lugar de tener que comprarlos.


El servicio de transporte de RideJoy (y sus alternativas latinas) conecta a conductores con personas que necesitan un aventón según la ciudad o la ruta por la que circulan. Y los programas de bicicletas públicas permiten que todos los ciudadanos tengan acceso a estos vehículos a través de puestos en las ciudades.



Esta clase de servicios son posibles gracias al uso de la tecnología (especialmente en los entornos urbanos), brindando la posibilidad de compartir bienes y reduciendo no sólo el consumo individual sino también el comunitario.



Personalización.

Tecnologías más recientes nos han ayudado a personalizar los elementos que fabricamos o compramos, lo que hace que el consumo genere menos desperdicios. En TreeHugger somos admiradores de la impresión 3D, que permite diseñar y crear la clase de objeto que uno necesita en el momento exacto en que le resulta imprescindible, usando la cantidad de materiales requeridos y sin la necesidad de transportarlo a ningún lado.


Las posibilidades son infinitas. La impresión 3D se puede usar para fabricar repuestos y reparar objetos en lugar de comprar otros nuevos, o para crear un objeto en el lugar en donde será consumido, eliminando embalajes y transporte. Actualmente las impresoras 3D sirven para productos especializados, pero imagino que no pasará mucho tiempo hasta que estén al alcance de todos.


Otro servicio que podríamos incluir aquí es el de Kickstarter (y su versión latina, Ideame): un sitio que permite apoyar económicamente el lanzamiento de productos y novedades. Permitiendo que se financien productos que tienen una demanda concreta en el mercado, estos sitios evitan la creación de un sinfín de objetos que terminan en las tiendas sin que nadie los consuma y que representan cantidades de recursos y energía malgastados.


La tecnología ha ayudado a desmaterializar nuestras vidas, pero el tener una actitud responsable aún depende de nosotros: los teléfonos inteligentes y las tabletas pueden unificar dispositivos, pero si cambiamos de modelo todos los años o si compramos los nuevos cada vez que se lanzan al mercado, estamos desperdiciando esos beneficios. Los servicios de intercambio comunitarios están a nuestra disposición, pero para que sean realmente útiles debemos recurrir a ellos en lugar de usar nuestros recursos.




En definitiva, depende de nosotros que usemos la tecnología al máximo y que lo hagamos de manera responsable para obtener los mejores resultados con los mínimos recursos.





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